1 La Katana Lun Ago 02, 2010 3:58 pm
Yukimura
Si hay un arma considerada japonesa por excelencia, si hay un arma que nos venga a la cabeza invariablemente cuando se habla de los Samurai, esta sin duda es la katana.
Pero, ¿desde cuando existen las katanas? ¿Hay varios tipos? ¿Cómo se hacen?
Estas y otras preguntas intentaré responderlas dentro de lo posible en las siguientes líneas.
Aviso de antemano, que este será apenas un pobre resumen, ya que el mundo de la espada japonesa es apasionante. Lleno de detalles, nombres, y mil y un detalles.
No conozco ningún arma antigua que tenga tanta variedad y sobre la exista tanta tradición. Intenté aunque solo sea un poco mostraron algo de ese apasionante mundo.
El Origen de la Katana
Las raíces hay que buscarlas lógicamente en las primeras espadas. En el caso de Japón, las primeras de las que se tiene noticia fiable fueron un regalo realizado desde China a la reina Himeko durante la dinastía Wei en el año 240 A.C. posteriormente, las espadas se importaban desde la cercana China.
Se sabe a ciencia cierta que empezaron a forjarse espadas de acero en Japón en el siglo V. Posiblemente el método de forja provino de China o de Corea. Los detalles no se conocen.
En aquella época, las luchas se realizaban normalmente a pie, y las espadas eran rectas y con un solo filo. Las llamadas chokuto. Posteriormente se desarrolló un método propio para endurecer ese acero.
Con el tiempo, el estilo de lucha paso también al uso de la caballería. Para ese fin se desarrollaron en el siglo VIII unas espadas mas largas y con una ligera curvatura que facilitara su uso. Estas espadas se denominaron tachi, nombre que conservan aun hoy en día. Las espadas del mismo estilo pero mas cortas, a mitad camino entre el tachi y el chokuto se multiplicaron, apareciendo algunas como la kogarasumaru o la kenukigatatachi.
En la era Heian (794-1184) se desarrollaron nuevas técnicas de forja que daban unas espadas con un exterior sumamente duro y un interior mas blando. También en esta época se inició la costumbre por parte de los artesanos de firmar sus obras. La primera espada firmada de la que se tiene noticia es un tachi realizado por Sanjo Munechika. También se empezó a incluir la fecha de fabricación, lo que ayudo mucho a los historiadores. La primera espada con fecha data del 1159.
En la Era Kamakura Era (1184-1333), Minamoto no Yorimoto trasladó la capital de Kyoto a Kamakura. En esa época fue cuando aparece uno de los grandes maestros de la forja. El famoso Masamune. Un maestro del estilo soshu. Las espadas se hacen mas llamativas y mas anchas.
En la era Nanpokucho (1334-1393) los samuráis comienzan una rebelión contra el shogunato con la ayuda del emperador. El soldado de a pie vuelve a tener importancia y se desarrolla para el una espada de entre 1.20 y 1.50 metros para su uso a dos manos denominada odachi Esta espada recorta posteriormente su longitud y pasa a denominarse Katana
A partir de ahí, la katana sufre muchas variaciones con el paso de los años, pero conserva su carácter de arma corta de un solo filo, pensada para cortar con ella desde abajo hacia arriba al desenvainarla.
Con la llegada de la era Meiji, a partir del 1868 los samurai quedan despojados de su privilegio de portar armas. Luego con la militarización del país se llegaron incluso a producir industrialmente, pero en general la tradición estuvo a punto de desaparecer, mas aún cuando a partir de su derrota en la segunda guerra mundial se les prohibió expresamente la fabricación de espadas, sin contar el expolio de mas de 400.000 espadas que fueron llevadas a los USA.
Afortunadamente, en 1953 se legalizó de nuevo la producción. Esta pudo retomarse con la ayuda de algunos ancianos artesanos que pasaron los métodos y secretos de su creación a nuevos herreros, y hoy en día quedan todavía unos 250 maestros que siguen creando objetos que son mucho mas que simples espadas. Son auténticos objetos de arte. No en vano muchos de esos herreros recibieron el título de “tesoros vivientes”
Os animo a los interesados a buscar por la red información adicional. La historia de la katana está íntimamente unida a la historia de Japón.
La creación de un tesoro
El proceso de creación de cualquier espada, no solo de la katana es mucho mas complejo de lo que parece a simple vista.
Para empezar, el acero puede ser muy duro, pero también puede quebrarse con facilidad. Una espada destinada a cortar debe de tener unas características muy especiales y diferentes de otro tipo de espadas como las que golpean y cortan por su propio peso.
El acero para una katana proviene del propio país. Concretamente de una arena de hierro oxidado denominada satetsu. Para crear el acero se debe extraer el oxigeno de esa arena e introducir carbono en la misma. El proceso se realiza mediante una fundición a baja temperatura realizada en unos hornos tradicionales llamados tatara (os puede sonar el nombre de la fundición que aparece en La Princesa Mononoke. De este proceso se obtienen unas placas de acero en bruto llamadas tamahagane, que son posteriormente modeladas a golpes en barras y troceadas en trozos de entre 2 y 3.5 kilos. Entonces también se clasifican por calidades según el color, que depende de las impurezas que contenga ese acero en bruto.
De cada fragmento puede surgir una espada, ya que cerca de la mitad de ese peso se perderá durante el proceso de fabricación.
Cada fragmento en envuelto en papel de arroz y cubierto con arcilla y paja de arroz quemada. Entonces es calentado y golpeado hasta mezclarlo todo.
Cada pieza es entonces calentada y golpeada repetidamente para darle forma, eliminar impurezas, burbujas de aire y cualquier elemento que pueda comprometer su fortaleza. También en este proceso es cuando aparece el dibujo que aparece en la superficie de la espada. Un dibujo granulado denominado hadame. Este dibujo depende de la dirección de los golpes realizados para darle forma, ya sea longitudinales, transversales o combinación de ambos. Los herreros experimentados aprovechan para combinar ambas técnicas y producir patrones de grano característicos.
Existen varias escuelas a la hora de realizar una katana, dependiendo de cuantas piezas se unan durante este proceso para crear la katana. Esto permite que partes de diferentes durezas se combinen para su creación, llegando incluso a crearse espadas de entre 2 hasta 5 piezas diferentes (el núcleo, los dos lados, el filo y la parte posterior de la espada).
Ni que decir tiene, que el proceso requiere una gran maestría por parte del forjador. Cualquier imperfección, grieta o mal ajuste entre las diferentes partes de la espada dará como resultado un arma frágil. Cada parte puede llegar a forjarse entre 10 y 18 veces dependiendo de su destino, y como no… cada una tiene su propio nombre (en aras del resumen no daré todos los detalles).
Cuando todas las partes han sido unidas, se da la forma final a la espada. En una sucesión precisa y exacta se terminan las diferentes partes de la misma con una sucesión de planos y filos.
Pero no hemos terminado. La espada tiene ya su forma, pero ahora hay que endurecerla.
Para ello se cubrirá de una pasta realizada a base de cenizas en polvo, arcilla y arenisca machacada. Esta se aplica sobre la espada de una forma determinada. Mas sobre el filo y menos sobre su parte trasera (el filo debe de endurecerse mas) y se le somete al calor repetidas veces. Esto hace que el acero forme capas, y crea también el dibujo ondulado característico del filo, con las variantes aplicadas por cada escuela o maestro. La aplicación de calor también hace que la espada se curve ligeramente ya que este se aplica en mayor grado sobre un extremo de la misma. El artesano debe de anticipar ese efecto para tener una espada con la forma deseada.
Finalmente la espada se pule y afila, y se monta con sus diferentes accesorios como la guarda, el mango, etc.… también se fecha y firma.
Cada parte de este proceso, crea un dibujo, patrón o forma específica. El estudio de las diferentes variantes permite a los entendidos identificar con cierta precisión, desde la fecha en que fue creada, bajo que escuela e incluso quien la creo en algunos casos.
En otra ocasión os hablaré un poco acerca de las diferentes partes de una katana, los accesorios que la acompañan y de su cuidado y mantenimiento.
A día de hoy, comprar una katana autentica no es precisamente barato, y no os asombréis de ver cifras que rondan entre 2000 o 3000 € en adelante. Eso es algo completamente normal para nuevas katanas, y no hablemos ya en casos especiales o en el caso de antigüedades.
Aún hoy en día, en Japón es preciso obtener un permiso especial para poseer una katana. No tanto por su presunta peligrosidad (recordar que en Japón es casi imposible conseguir un permiso para portar armas, ni siquiera para caza o tiro olímpico) como por la obligación que tiene todo poseedor de uno de estos “tesoros” de conservarlo adecuadamente y mantenerlo en perfectas condiciones para la posteridad.
Como curiosidad os diré que he contemplado alguna katana de mas de 500 años de antigüedad, y esta brillaba como recién creada y se conservaba en un estado impecable. Objetos que de gran belleza al margen de su propósito inicial. Aun a día de hoy se ignora como los antiguos maestros, sin conocimientos teóricos sobre la resistencia de materiales, y simplemente a base de prueba y error fueron capaces de crear unos objetos tan magníficos y de una dureza, resistencia y filo que difícilmente tienen parangón fuera de ese país.
Pero, ¿desde cuando existen las katanas? ¿Hay varios tipos? ¿Cómo se hacen?
Estas y otras preguntas intentaré responderlas dentro de lo posible en las siguientes líneas.
Aviso de antemano, que este será apenas un pobre resumen, ya que el mundo de la espada japonesa es apasionante. Lleno de detalles, nombres, y mil y un detalles.
No conozco ningún arma antigua que tenga tanta variedad y sobre la exista tanta tradición. Intenté aunque solo sea un poco mostraron algo de ese apasionante mundo.
El Origen de la Katana
Las raíces hay que buscarlas lógicamente en las primeras espadas. En el caso de Japón, las primeras de las que se tiene noticia fiable fueron un regalo realizado desde China a la reina Himeko durante la dinastía Wei en el año 240 A.C. posteriormente, las espadas se importaban desde la cercana China.
Se sabe a ciencia cierta que empezaron a forjarse espadas de acero en Japón en el siglo V. Posiblemente el método de forja provino de China o de Corea. Los detalles no se conocen.
En aquella época, las luchas se realizaban normalmente a pie, y las espadas eran rectas y con un solo filo. Las llamadas chokuto. Posteriormente se desarrolló un método propio para endurecer ese acero.
Con el tiempo, el estilo de lucha paso también al uso de la caballería. Para ese fin se desarrollaron en el siglo VIII unas espadas mas largas y con una ligera curvatura que facilitara su uso. Estas espadas se denominaron tachi, nombre que conservan aun hoy en día. Las espadas del mismo estilo pero mas cortas, a mitad camino entre el tachi y el chokuto se multiplicaron, apareciendo algunas como la kogarasumaru o la kenukigatatachi.
En la era Heian (794-1184) se desarrollaron nuevas técnicas de forja que daban unas espadas con un exterior sumamente duro y un interior mas blando. También en esta época se inició la costumbre por parte de los artesanos de firmar sus obras. La primera espada firmada de la que se tiene noticia es un tachi realizado por Sanjo Munechika. También se empezó a incluir la fecha de fabricación, lo que ayudo mucho a los historiadores. La primera espada con fecha data del 1159.
En la Era Kamakura Era (1184-1333), Minamoto no Yorimoto trasladó la capital de Kyoto a Kamakura. En esa época fue cuando aparece uno de los grandes maestros de la forja. El famoso Masamune. Un maestro del estilo soshu. Las espadas se hacen mas llamativas y mas anchas.
En la era Nanpokucho (1334-1393) los samuráis comienzan una rebelión contra el shogunato con la ayuda del emperador. El soldado de a pie vuelve a tener importancia y se desarrolla para el una espada de entre 1.20 y 1.50 metros para su uso a dos manos denominada odachi Esta espada recorta posteriormente su longitud y pasa a denominarse Katana
A partir de ahí, la katana sufre muchas variaciones con el paso de los años, pero conserva su carácter de arma corta de un solo filo, pensada para cortar con ella desde abajo hacia arriba al desenvainarla.
Con la llegada de la era Meiji, a partir del 1868 los samurai quedan despojados de su privilegio de portar armas. Luego con la militarización del país se llegaron incluso a producir industrialmente, pero en general la tradición estuvo a punto de desaparecer, mas aún cuando a partir de su derrota en la segunda guerra mundial se les prohibió expresamente la fabricación de espadas, sin contar el expolio de mas de 400.000 espadas que fueron llevadas a los USA.
Afortunadamente, en 1953 se legalizó de nuevo la producción. Esta pudo retomarse con la ayuda de algunos ancianos artesanos que pasaron los métodos y secretos de su creación a nuevos herreros, y hoy en día quedan todavía unos 250 maestros que siguen creando objetos que son mucho mas que simples espadas. Son auténticos objetos de arte. No en vano muchos de esos herreros recibieron el título de “tesoros vivientes”
Os animo a los interesados a buscar por la red información adicional. La historia de la katana está íntimamente unida a la historia de Japón.
La creación de un tesoro
El proceso de creación de cualquier espada, no solo de la katana es mucho mas complejo de lo que parece a simple vista.
Para empezar, el acero puede ser muy duro, pero también puede quebrarse con facilidad. Una espada destinada a cortar debe de tener unas características muy especiales y diferentes de otro tipo de espadas como las que golpean y cortan por su propio peso.
El acero para una katana proviene del propio país. Concretamente de una arena de hierro oxidado denominada satetsu. Para crear el acero se debe extraer el oxigeno de esa arena e introducir carbono en la misma. El proceso se realiza mediante una fundición a baja temperatura realizada en unos hornos tradicionales llamados tatara (os puede sonar el nombre de la fundición que aparece en La Princesa Mononoke. De este proceso se obtienen unas placas de acero en bruto llamadas tamahagane, que son posteriormente modeladas a golpes en barras y troceadas en trozos de entre 2 y 3.5 kilos. Entonces también se clasifican por calidades según el color, que depende de las impurezas que contenga ese acero en bruto.
De cada fragmento puede surgir una espada, ya que cerca de la mitad de ese peso se perderá durante el proceso de fabricación.
Cada fragmento en envuelto en papel de arroz y cubierto con arcilla y paja de arroz quemada. Entonces es calentado y golpeado hasta mezclarlo todo.
Cada pieza es entonces calentada y golpeada repetidamente para darle forma, eliminar impurezas, burbujas de aire y cualquier elemento que pueda comprometer su fortaleza. También en este proceso es cuando aparece el dibujo que aparece en la superficie de la espada. Un dibujo granulado denominado hadame. Este dibujo depende de la dirección de los golpes realizados para darle forma, ya sea longitudinales, transversales o combinación de ambos. Los herreros experimentados aprovechan para combinar ambas técnicas y producir patrones de grano característicos.
Existen varias escuelas a la hora de realizar una katana, dependiendo de cuantas piezas se unan durante este proceso para crear la katana. Esto permite que partes de diferentes durezas se combinen para su creación, llegando incluso a crearse espadas de entre 2 hasta 5 piezas diferentes (el núcleo, los dos lados, el filo y la parte posterior de la espada).
Ni que decir tiene, que el proceso requiere una gran maestría por parte del forjador. Cualquier imperfección, grieta o mal ajuste entre las diferentes partes de la espada dará como resultado un arma frágil. Cada parte puede llegar a forjarse entre 10 y 18 veces dependiendo de su destino, y como no… cada una tiene su propio nombre (en aras del resumen no daré todos los detalles).
Cuando todas las partes han sido unidas, se da la forma final a la espada. En una sucesión precisa y exacta se terminan las diferentes partes de la misma con una sucesión de planos y filos.
Pero no hemos terminado. La espada tiene ya su forma, pero ahora hay que endurecerla.
Para ello se cubrirá de una pasta realizada a base de cenizas en polvo, arcilla y arenisca machacada. Esta se aplica sobre la espada de una forma determinada. Mas sobre el filo y menos sobre su parte trasera (el filo debe de endurecerse mas) y se le somete al calor repetidas veces. Esto hace que el acero forme capas, y crea también el dibujo ondulado característico del filo, con las variantes aplicadas por cada escuela o maestro. La aplicación de calor también hace que la espada se curve ligeramente ya que este se aplica en mayor grado sobre un extremo de la misma. El artesano debe de anticipar ese efecto para tener una espada con la forma deseada.
Finalmente la espada se pule y afila, y se monta con sus diferentes accesorios como la guarda, el mango, etc.… también se fecha y firma.
Cada parte de este proceso, crea un dibujo, patrón o forma específica. El estudio de las diferentes variantes permite a los entendidos identificar con cierta precisión, desde la fecha en que fue creada, bajo que escuela e incluso quien la creo en algunos casos.
En otra ocasión os hablaré un poco acerca de las diferentes partes de una katana, los accesorios que la acompañan y de su cuidado y mantenimiento.
A día de hoy, comprar una katana autentica no es precisamente barato, y no os asombréis de ver cifras que rondan entre 2000 o 3000 € en adelante. Eso es algo completamente normal para nuevas katanas, y no hablemos ya en casos especiales o en el caso de antigüedades.
Aún hoy en día, en Japón es preciso obtener un permiso especial para poseer una katana. No tanto por su presunta peligrosidad (recordar que en Japón es casi imposible conseguir un permiso para portar armas, ni siquiera para caza o tiro olímpico) como por la obligación que tiene todo poseedor de uno de estos “tesoros” de conservarlo adecuadamente y mantenerlo en perfectas condiciones para la posteridad.
Como curiosidad os diré que he contemplado alguna katana de mas de 500 años de antigüedad, y esta brillaba como recién creada y se conservaba en un estado impecable. Objetos que de gran belleza al margen de su propósito inicial. Aun a día de hoy se ignora como los antiguos maestros, sin conocimientos teóricos sobre la resistencia de materiales, y simplemente a base de prueba y error fueron capaces de crear unos objetos tan magníficos y de una dureza, resistencia y filo que difícilmente tienen parangón fuera de ese país.