1 Kabuki Lun Ago 02, 2010 4:07 pm
Yukimura
Una de las formas antiguas de teatro japonés, junto con el teatro Noh, el Bunraku etc..., es el Kabuki.
El Kabuki fue creado al final del periodo Edo, durante el S XVI. Contrariamente a lo que se nos tiene acostumbrado, el Kabuki era un arte contemplado tanto por las clases altas como por las clases más bajas de una sociedad que, como la japonesa, estaba claramente dividida.
Obras de Kabuki
Las hay de distintas temáticas. Por un lado están los Dramas históricos (jidai mono), en los que se cuentan hechos históricos de gente de clase alta. La temática suele ser trágica, pero en algunos momentos de la obra se representan escenas cómicas, lo cual quita un poco de intensidad a la obra. También podemos encontrar obras en las que se enseñen conflictos entre la plebe y el señor feudal (algo que en una sociedad como la de aquella época no es de extrañar, puesto que en Japón el feudalismo no caerá hasta bien entrado el S XIX).
Otro tipo de temática es la del drama doméstico (sewa mono) en la que, a diferencia de los anteriores, narran hechos protagonizados por gente de clase baja. Suelen ser historias reales, pero a veces hay sitio para hechos fantásticos.
Como podéis ver hay temas para todo tipo de clases, de ahí que lo que os he comentado anteriormente sobre que el kabuki lo veían las gentes de todo tipo de clases es algo más factible, que no con otros tipos de teatro, como el teatro Noh, dedicado a la gente de clases altas.
Las clases de obras de Kabuki podían provenir de tres fuentes distintas:
<ol>
<li>Obras que se adaptaban del teatro Noh o del Kyougen.</li>
<li>Obras adaptadas del teatro de marionetas (Bunraku).</li>
<li>Obras creadas para el Kabuki.</li>
</ol>
Esta es otro de los aciertos, en mi opinión, del Kabuki. Lejos de querer cerrarse en si mismo y crear obras sólo para ellos, cogen los elementos otras formas artísticas antiguas, y las adaptan a sus características. Lo más curioso de todo es que, mientras el resto de formas artísticas antiguas no goza del beneplácito del público, el Kabuki es de las mejor situadas en ese aspecto.
Los actores de Kabuki
En primera instancia, tanto hombres como mujeres podían ser actores de Kabuki. Es más, las mujeres eran más numerosas que los hombres. Este hecho hizo que muchas mujeres gozasen de éxito entre el público masculino. Esta situación provocó que en 1629, dentro del shogunato Tokuwaga, se prohibiera que las mujeres pudieran actuar en el Kabuki. A partir de ese momento, fueron los hombres los que representaron estas obras, incluso los papeles femeninos, para los que había especialistas. A estos actores se les llama onnagata y han llegado a formar una parte muy importante dentro del Kabuki.
Durante una obra de Kabuki a menudo los actores deben recitar monólogos en los que están acompañados de música de fondo de instrumentos antiguos japoneses. También es digna de mención la preparación y las técnicas usadas para la representación de estas obras, en las que se utilizan técnicas para dar más énfasis a una determinada escena.
Como curiosidad, dentro de este apartado, deciros que entre acto y acto de una obra de Kabuki, los aficionados más radicales a menudo corean los nombres de sus actores predilectos. No deja de sorprender que algo así se produzca en un acontecimiento como este, cuando es más digno de un partido de fútbol.
El escenario
Es un escenario en él podemos encontrarnos con una trampilla, por la que los actores aparecen y desaparecen y una pasarela que comunica el escenario con los espectadores (hanamichi) en la que se aprovecha para escenificar los momentos más importantes de la obra y para aproximar un poco más al espectador.
Hoy en día, en Japón, el Kabuki goza de la simpatía del público nipón y es posiblemente una de las pocas formas artísticas antiguas japonesas que ha sabido mantener el tipo con el paso del tiempo. Supongo que el hecho de que ya desde el principio haya tenido un sitio para las clases más bajas ha podido influir en este tema. Aunque esto es algo que os comentaré cuando tenga la oportunidad de ver una obra de Kabuki.
El Kabuki fue creado al final del periodo Edo, durante el S XVI. Contrariamente a lo que se nos tiene acostumbrado, el Kabuki era un arte contemplado tanto por las clases altas como por las clases más bajas de una sociedad que, como la japonesa, estaba claramente dividida.
Obras de Kabuki
Las hay de distintas temáticas. Por un lado están los Dramas históricos (jidai mono), en los que se cuentan hechos históricos de gente de clase alta. La temática suele ser trágica, pero en algunos momentos de la obra se representan escenas cómicas, lo cual quita un poco de intensidad a la obra. También podemos encontrar obras en las que se enseñen conflictos entre la plebe y el señor feudal (algo que en una sociedad como la de aquella época no es de extrañar, puesto que en Japón el feudalismo no caerá hasta bien entrado el S XIX).
Otro tipo de temática es la del drama doméstico (sewa mono) en la que, a diferencia de los anteriores, narran hechos protagonizados por gente de clase baja. Suelen ser historias reales, pero a veces hay sitio para hechos fantásticos.
Como podéis ver hay temas para todo tipo de clases, de ahí que lo que os he comentado anteriormente sobre que el kabuki lo veían las gentes de todo tipo de clases es algo más factible, que no con otros tipos de teatro, como el teatro Noh, dedicado a la gente de clases altas.
Las clases de obras de Kabuki podían provenir de tres fuentes distintas:
<ol>
<li>Obras que se adaptaban del teatro Noh o del Kyougen.</li>
<li>Obras adaptadas del teatro de marionetas (Bunraku).</li>
<li>Obras creadas para el Kabuki.</li>
</ol>
Esta es otro de los aciertos, en mi opinión, del Kabuki. Lejos de querer cerrarse en si mismo y crear obras sólo para ellos, cogen los elementos otras formas artísticas antiguas, y las adaptan a sus características. Lo más curioso de todo es que, mientras el resto de formas artísticas antiguas no goza del beneplácito del público, el Kabuki es de las mejor situadas en ese aspecto.
Los actores de Kabuki
En primera instancia, tanto hombres como mujeres podían ser actores de Kabuki. Es más, las mujeres eran más numerosas que los hombres. Este hecho hizo que muchas mujeres gozasen de éxito entre el público masculino. Esta situación provocó que en 1629, dentro del shogunato Tokuwaga, se prohibiera que las mujeres pudieran actuar en el Kabuki. A partir de ese momento, fueron los hombres los que representaron estas obras, incluso los papeles femeninos, para los que había especialistas. A estos actores se les llama onnagata y han llegado a formar una parte muy importante dentro del Kabuki.
Durante una obra de Kabuki a menudo los actores deben recitar monólogos en los que están acompañados de música de fondo de instrumentos antiguos japoneses. También es digna de mención la preparación y las técnicas usadas para la representación de estas obras, en las que se utilizan técnicas para dar más énfasis a una determinada escena.
Como curiosidad, dentro de este apartado, deciros que entre acto y acto de una obra de Kabuki, los aficionados más radicales a menudo corean los nombres de sus actores predilectos. No deja de sorprender que algo así se produzca en un acontecimiento como este, cuando es más digno de un partido de fútbol.
El escenario
Es un escenario en él podemos encontrarnos con una trampilla, por la que los actores aparecen y desaparecen y una pasarela que comunica el escenario con los espectadores (hanamichi) en la que se aprovecha para escenificar los momentos más importantes de la obra y para aproximar un poco más al espectador.
Hoy en día, en Japón, el Kabuki goza de la simpatía del público nipón y es posiblemente una de las pocas formas artísticas antiguas japonesas que ha sabido mantener el tipo con el paso del tiempo. Supongo que el hecho de que ya desde el principio haya tenido un sitio para las clases más bajas ha podido influir en este tema. Aunque esto es algo que os comentaré cuando tenga la oportunidad de ver una obra de Kabuki.